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¡Extra! Un Primero de Mayo para la Historia Cientos de miles de inmigrantes, principalmente hispanos, faltaron al trabajo y salieron a la calle el lunes, en una demostración nacional de fuerza y en un boicot que logró reducir o incluso parar las labores en numerosas granjas, fábricas, mercados y restaurantes. Desde Los Angeles hasta Chicago, desde Nueva Orleáns hasta Houston, el Día sin Inmigrantes tuvo una amplia participación a pesar de las diferencias entre los activistas acerca del mensaje a enviar a los legisladores en Washington que debaten una amplia reforma a las leyes de inmigración. La policía estimó que unas 400.000 personas marcharon por el distrito de negocios de Chicago, y decenas de miles más protestaron en Nueva York y Los Angeles, donde el último estimado daba cuenta de 60.000 manifestantes, aunque la multitud siguió creciendo. Unas 75.000 personas se concentraron en Denver, más de 15.000 lo hicieron en Houston y 30.000 más protestaron en la Florida. Hubo protestas menores en varias poblaciones, desde Pensilvania hasta Connecticut y de Arizona a Dakota del Sur, con cientos de participantes. En Los Angeles, numerosos manifestantes vestidos de blanco agitaron banderas estadounidenses y cantaron en inglés el himno de este país, mientras algunos danzantes folclóricos mexicanos saludaban a la multitud. En Chicago, inmigrantes indocumentados de varios países, desde Irlanda hasta Polonia, marcharon junto a los hispanos, aplaudidos por numerosos oficinistas que tomaban el receso para almorzar. En Phoenix, los manifestantes formaron una cadena humana frente a los establecimientos de Wal-Mart y Home Depot. Una protesta en Tijuana, México, bloqueó el tránsito de vehículos hacia San Diego, en el cruce fronterizo más activo del mundo. Muchos manifestantes portaban carteles en español que decían: Somos América y Hoy marchamos, mañana votamos. Otros agitaron banderas mexicanas o usaron sombreros y bufandas con los colores de sus países de origen. Algunos corearon las siglas de Estados Unidos en inglés, y otros gritaron consignas como ¡Sí se puede! El boicot fue organizado por activistas de los derechos de los inmigrantes, disgustados por una legislación federal que consideraría un delito grave la inmigración ilegal y construiría una valla en la frontera entre México y Estados Unidos. El objetivo de la protesta era llamar la atención sobre el poder económico que representan los inmigrantes. Los sectores que dependen del trabajo inmigrante fueron los más afectados, aunque no de manera uniforme. Tyson Foods Inc., la mayor productora cárnica en el mundo, cerró una decena de sus más de 100 plantas, y reportó un ausentismo mayor al habitual en otras instalaciones. La mayor parte de los cierres de negocios ocurrió en estados como Iowa y Nebraska. Ocho de las 14 plantas procesadoras de pollo de Perdue Farms cerraron durante el día. Lo mismo sucedió en Indiana, donde el dueño de una empresa de jardinería dijo que estaba perdiendo dinero. En la zona de Los Angeles, restaurantes y mercados habitualmente concurridos estaban desiertos y los camioneros evitaban el puerto de cargas más grande del país. En el centro de la ciudad, uno de cada tres pequeños comercios estaba cerrado. En Nueva Orleáns, miles asistieron a un acto con carteles que decían, Orgullosos de reconstruir y Venimos a trabajar. Vista general de la manifestación convocada para pedir más derechos para los inmigrantes en Union Square, Nueva York, el lunes 1 de mayo EFE/Justin Lane | ||
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