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Entiendo que las fragmitas son una planta no nativa que, si se dejan estar, invaden los ecosistemas. ¿Qué se debe hacer para enfrentar este problema de manera correcta?
En el ecosistema que invade, su sistema subterráneo denso de rizoma levanta realmente la topografía, eliminando los charcos y pequeñas lagunas de agua tan esenciales para los peces, anfibios, tortugas y aves acuáticas. Las fragmitas también secretan un compuesto que interfiere con el crecimiento de muchas otras plantas Las fragmitas no nativas están ahora fuera de control a causa de que cuando se desaguan diversas áreas por motivos de construcción, se draga para salvar una playa, u otras cosas, los juncos pasan a ser más dominantes que las subespecies nativas no agresivas. Toma mucha paciencia deshacerse de fragmitas sin recurrir a sustancias químicas peligrosas. Hay que cortar la planta un poco antes del fin de julio, cuando la mayor parte de la reserva de nutrientes producida esa temporada se remueve con la porción aérea de la planta, reduciendo el vigor de la misma. Tal régimen puede eliminar una colonia si se lleva a cabo anualmente por varios años. Otra opción más es de apacentarlas hasta su extinción. La División de Pesca & Fauna de Nueva Jersey utilizó ovejas, cabras e incluso ganado para controlar allí las fragmitas, aunque para tener éxito los animales necesitaron apacentar en las áreas afectadas repetidas veces.
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De crecimiento rápido, las fragmitas de veloz propagación (Phragmites australis), y que la mayor parte de nosotros conocemos como cañas comunes, pueden presentar un problema mayor en hábitats de agua dulce y pantanos de marea. Las variedades no nativas corren hoy desenfrenadas a través de los pantanales norteamericanos, presentando una amenaza formidable a la biodiversidad, ya que excluyen otras plantas de las que depende la fauna para su alimento y refugio.