Importantes declaraciones de la ONU en torno a los migrantes de la tierra

El número de inmigrantes en el mundo se ha más que duplicado desde 1975, con alrededor de 175 millones. Tal intercambio tiene consecuencias positivas y negativas.

Los conflictos armados, el hambre y el desempleo han generado grandes migraciones hacia Europa y Estados Unidos.

Europa es el principal destino de los inmigrantes, atrayendo un total de 56 millones de personas, siendo Alemania, Francia y Gran Bretaña los principales receptores. Inmediatamente después del viejo continente está Asia, con India, Arabia Saudita, Pakistán, Kazajistán, Hong Kong e Israel, como los principales destinos.

En tercer lugar se encuentra Estados Unidos como el principal destino del continente americano. En el 2000, cerca de 35 millones de inmigrantes vivían en Estados Unidos y casi seis millones en Canadá, de acuerdo con los datos.

La migración se incrementará en los próximos años debido a que sin ella la población de países como Canadá, Japón, Italia, Alemania y España declinaría y envejecería rápidamente.

Como consecuencia, países como Canadá tratan de atraer a unos 300.000 inmigrantes al año. Estados Unidos recibe también un gran número de personas y algunas naciones europeas como Alemania han reformado sus políticas migratorias para atraer a profesionales altamente capacitados. Además, otros países como España, Portugal y Gran Bretaña buscan trabajadores para levantar cosechas y recoger frutas, además de realizar labores que sus propios ciudadanos suelen evitar. Las consecuencias políticas, económicas y sociales de incrementar la migración son cada vez más importantes.

Las remesas de dinero de los migrantes son enormes, como lo son todos los programas de ayuda gubernamentales. Por ejemplo, en el 2000, los fondos enviados por inmigrantes a sus países incrementaron el producto interno bruto de naciones como El Salvador, Eritrea, Jamaica, Jordania, Nicaragua y Yemen, en un 10 por ciento, de acuerdo con la información de la ONU.

Pero la migración suele tener consecuencias negativas debido al desempleo y las tensiones sociales causadas por la llegada de los inmigrantes, especialmente si son muy diferentes a la población del país anfitrión en cuanto a lenguaje, origen étnico y cultura. Otra es la muerte de emigrantes que intentan cruzar a otro país. Es el caso de millares de personas que mueren al intentar cruzar el desierto entre México y Estados Unidos, o en el Mediterráneo al intentar llegar a Europa desde el norte de Africa.