Editorial

Necesitamos pensar más

Por Paul D. Steury • Editor invitado

Enseñé jardinería orgánica a niños de segundo grado pero aún como alimentos envenenados con químicos hechos para matar a los insectos dañinos. (EE.UU., no permite el uso del pesticida DDT pero permite su exportación a los países que cultivan nuestros vegetales y frutas importados). Elogio que se compre localmente pero aún tomo mi café, que no se cultiva localmente sino en una nación del Tercer Mundo. Viajo a diario a mi trabajo sabiendo que entre más conduzco, más grande es el hueco sobre el ártico y mayores son los recursos no renovables que consumo. Pero por lo menos trato y por lo menos me pregunto como mi padre me preguntaba “¿Lo necesito, o solo lo deseo?”

Personalmente he expandido esto a “¿Cómo me afectará a mi y a mi comunidad? ¿Estoy tratando la tierra como me gustaría que me trataran? ¿Trato a las salamandras, insectos y zarigüeyas como quisiera que ellos me trataran a mí?

Como soy un consumidor, como todas las cosas vivientes, siempre me pregunto al comprar ¿qué ingredientes van en este objeto? ¿Hubo alguna clase de explotación que ocurrió desde el comienzo? ¿Cómo mi dinero afecta la justicia o injusticia? ¿Dolor o gozo? Todo lo que se hace, le afecta a otros en algún lugar; ¿Cuándo compro un chocolate? ¿De dónde vinieron esos cacahuates? ¿Quién los recogió? ¿Se le pagó lo suficiente? ¿Rociaron los cacahuates con pesticidas o son orgánicos?

Tenemos que pensar acerca de la cantidad de plástico que consumimos y botamos. Debemos pensar que la cantidad de gasolina que pasa por nuestros carburadores o inyectores de combustible está desapareciendo y disipándose. ¿Y qué pensamos del cuidado de nuestros prados y granjas? ¿Existe alguna forma de aminorar nuestro impacto?

DEBEMOS PENSAR MAS

Edward Abby, un medio ambientalista famoso preguntaba: “La humanidad tienen cuatro millones y medio de abogados… pero ¿cuántos hablan por el oso polar? ¿el manatí? ¿el cocodrilo? ¿el lobo gris? ¿el tigre de Bengala? ¿El oso mexicano? ¿La iguana? ¿la ballena? ¿el caimán? ¿el canguro? ¿Por todo lo que está en peligro en el mundo? Es deber del ser humano hablar por los que no tienen voz, es obligación de la mujer ayudar al indefenso. La necesidad humana no tiene precedencia sobre las otras formas de vida; debemos compartir este encantador planeta de nubes de vapor con todos”.

No estoy diciendo que debemos dejarlo todo y volvernos ermitaños comiendo raíces y bayas (lo cual sería divertido), sólo estoy diciendo que debemos pensar en ser mayordomos y cuidadores de nuestro futuro. Debemos pensar en nuestros hijos, sus hijos y los hijos de sus hijos y sus hijos y los hijos de sus hijos, como los Nativo americanos creen en siete generaciones adelante.

Necesitamos que los niños nos empujen a caminar más, ir en bicicleta al trabajo, comprar en el mercado local de granjeros, contentarnos con descubrir el norte de Indiana abriendo nuestros ojos a la creación de Dios. Necesitamos desear crear una sociedad sustentable, una comunidad que pueda cuidar de si misma. Necesitamos esperar para ser activos.

Porque admito que al pasar por Gary para ver un juego de los Cubs, me torno azul al ver la contaminación de las fábricas de acero y se QUE SOY PARTE DE ESTO porque Estados Unidos es la nación más consumidora del mundo y los que compramos mas cosas.

El Creador nos provee caminos de esperanza constantes. La esperanza proviene del milagro anual de las flores y las estrellas fugaces y a través del cambio de color de las hojas y la nieve y su pureza. La tierra está viva y bien, nosotros debemos respetarla más.