Algo por qué celebrar en el Bicentenario de IUSB
Por Jimmer Prieto
¿Qué pensaría usted si alguien le dice que los estudiantes hispanos y los estudiantes negros son los que van a salvar nuestras comunidades? Esta interesante afirmación es de Cynthia Murphy, quien es Consejera de Reclutamiento en la Universidad de Indiana de South Bend, IUSB, quien en 15 años de intenso trabajo ha visto crecer la población de estudiantes latinos de 0.9% hasta 22.8% en la actualidad.
Cinthya es dueña de una personalidad que contagia entusiasmo; además habla claro (en inglés y español) y transmite confianza y seguridad en los alumnos que llegan por primera vez a IUSB.
“Yo quiero una población diversa para la Universidad y un ambiente donde se practique la justicia social. Muy pronto alcanzaremos una presencia estudiantil Latina del 25% para ser considerados como Institución de Servicio Hispano”.
A esta entrevista acudió Araceli Lepe, quien es trabajadora social de la Universidad y forma con Cynthia un equipo dinámico que produce constantemente nuevos proyectos e ideas para mejorar los que ya existen. Araceli recalcó la ventaja de estudiar en IUSB por la calidad de educación que ofrece y los costos sensiblemente más bajos en comparación con otras universidades del área. Ella insiste en que las familias hispanas desconocen las múltiples ventajas que ofrece la universidad para sus hijos, por lo cual hay que hacer una intensa labor de mercadeo y acompañamiento con ellos. Cynthia por su parte, dice que “ha llegado la hora de incluir a las familias en los programas universitarios si queremos reclutar más hispanos”. Por ahora, han puesto a andar un proyecto de bienvenida, que consiste en invitar a los padres de familia a la Universidad, una vez por mes, para que conozcan directamente sobre la variedad de oportunidades educativas que están disponibles para sus hijos.
Pedí a Cynthia que me explicara a fondo por qué consideraba que los jóvenes de las minorías estaban llamados a salvar a nuestras comunidades, a lo cual respondió: “Nuestros jóvenes se están graduando en muchos campos del conocimiento, las ciencias y el arte”. Luego mencionó, de memoria, los nombres y apellidos de casi 15 jóvenes que obtendrán su diploma en los próximos meses. A esto añadió otra lista de latinos graduados que ya están sirviendo en la comunidad en áreas de liderazgo social. “El 80% de nuestros egresados se queda a trabajar en el área”. Y concluye diciendo: “Necesitamos recursos humanos profesionales. El caos de valores en que estamos viviendo puede remediarse regresando a los valores primarios de la sociedad; la familia entre ellos. Nuestros jóvenes están desplegando esos valores hacia afuera cuando se insertan como profesionales en la comunidad”.
Por mi parte, me quedo pensando en cuanta razón tienen sus palabras. Imagino el ejército de personas, visibles e invisibles, que han estado colaborando en esta gran labor educativa de IUSB, a lo largo de 200 años. Pienso en lo mucho que aún queda por hacer para sembrar granos de justicia que incluyan salarios justos y la convivencia pacífica en la ciudad. Les puedo asegurar que hablando con Cynthia y Araceli me dieron ganas de ir de nuevo a la universidad.