Carta al Editor
Estamos viviendo en un mundo surrealista y peligroso, cuando sentarse en el sofá a ver televisión es una forma de patriotismo, cuando los estudiantes tienen un “día de nieve” de 2 meses y medio y cuando los trabajadores del cuidado de la salud en todo el país están poniendo sus vidas en la línea luchando con un enemigo invisible.
Ese adversario es la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19).
A pesar de las alarmantes noticias de China a finales del año pasado, el Presidente Trump fue trágicamente lento en responder a la crisis a comienzos del 2020. Por ejemplo, el 13 de marzo, el dijo: “No asumo la responsabilidad en absoluto” por la falta de capacidad de pruebas de COVID-19 en los Estados Unidos. Claramente el estaba más preocupado por la economía que por la pérdida de vida humana. Trump, tampoco ha reconocido sus propios errores por una apropiada oficina de preparación de pandemia en 2018.
Peter Wehner del Centro de ética y política pública escribió un artículo el 25 de marzo en ‘The Atlantic’ titulado “El Presidente está atrapado: Trump es totalmente inadecuado para manejar esta crisis, ya sea intelectualmente o por temperamento”.
Además, Wehner teme que las cuestiones de personalidad; incluyendo deshonestidad, narcisismo, impulsividad, deseos de venganza y falta de empatía. Se harán aún más pronunciados en los próximos meses a medida que Trump se sienta atrapado por la pandemia e incapaz de controlar la narrativa.
Tristemente, pienso que la razón principal por la cual, Trump no ha emitido (hasta el momento de escribir esta), una orden a nivel nacional de permanecer en casa, es porque en su mente, el no puede ser culpado por una probable recesión o depresión económica la cual perjudicaría su oportunidad de re-elección. Evidentemente Trump prefiere que en su lugar los gobernadores sufran las consecuencias de lo que le pase a la economía.
En semanas recientes Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, la lucido y actuado más presidencial y ciertamente con más compasión que Donald Trump.
A pesar de la disfunción de la Casa Blanca, la vida continúa a lo largo de nuestra comunidad y la nación. Mientras mantenemos nuestra distancia física, fortalezcamos la solidaridad social. Estamos juntos en esto.
Dan Shenk • Goshen • 534-9673