La industria automotriz ha sabido sobre el cambio climático desde hace 50 años

Washington, DC — Hoy, E&E News publicó los resultados de una investigación que reveló que dos de los principales miembros de la industria automotriz, General Motors (GM) y Ford Motors Company, han sabido que las emisiones de los automóviles contribuían al cambio climático desde principio de los años 60. 

En las décadas subsecuentes, ambos diseminaron desinformación y cabilderaron nacional y globalmente contra las políticas climáticas.

En los últimos años, las dos firmas automotrices presionaron a la administración Trump para debilitar los estándares de limpieza de los vehículos aprobados en la época de Obama, la regulación más influyente y ambiciosa para combatir la crisis climática.

Peor incluso, GM es el miembro de esta industria que apoyó el año pasado a la administración Trump para atacar la bien establecida autoridad de California para establecer estándares de emisiones más exigentes en vehículos nuevos, algo que atenta contra la autoridad de los estados, la limpieza del aire y el progreso climático.

Análisis preliminares indican que el debilitamiento de los estándares de vehículos limpios de la administración Trump incrementarían los costes de los combustibles en más de $240.000 millones; resultaría en 18.555 muertes prematuras; generaría 1.500 millones de toneladas de contaminación climática, y contribuiría a un millón de días laborables perdidos.

Gina Coplon-Newfield, directora de la Campaña de Transporte para Todos del Sierra Club, emitió la siguiente declaración:

“General Motors y Ford, como Exxon, supieron sobre el cambio climático y eligieron priorizar sus ganancias en lugar de la salud y seguridad de todos.

“GM argumenta que su negacionismo climático es parte del pasado, pero los actos de la compañía revelan algo distinto. 50 años tras ocultar el cambio climático, la compañía apoya a la peor administración de la historia en cuestiones de la limpieza del aire y el agua en una de sus decisiones más descabelladas y destructivas, el debilitamiento de los estándares de salud pública y protección climática.

“El Sierra Club continuará exponiendo la hipocresía de la industria automotriz que en nombre de la innovación se apegan al pasado”.