Celeste Arroyo: La corta trayectoria de una triunfadora
Por Jimmer Prieto
Durante el año escolar 2015-2016 tuve el privilegio de conocer a Celeste arroyo y tenerla en mis clases de ENL en Goshen Middle School. Ingresó un tanto desubicada como todos los jóvenes pero con el corazón latiendo de emoción por la experiencia que tendría en la escuela.

DERECHA • “Mis dos niñas regresaron a EU para arreglar sus pasaportes vencidos mientras yo me quedé en Puebla. Se reunieron con su padre en Goshen. Celeste tenía 13 años y Andrea 18. Debían quedarse solo por un año pero les gustó el sistema y las oportunidades de estudiar. La decisión de separarme de ellas me partió el corazón pero Celeste me recordó las siguientes palabras que yo les había enseñado: “Los papás les forman sus alas a los hijos para que cuando sea el momento puedan volar con alas fuertes”. Y añadió: “El momento ha llegado, ya están listas nuestras alas…” (mamá)
A pesar del esfuerzo que le costó al principio, muy pronto se destacó por su genuino interés en aprender matemáticas. Y gracias a que captó el idioma rápidamente y su evidente capacidad para vencer obstáculos, todos empezamos a ver en Celeste a la niña que llegaría lejos.
A lo largo de estos años he mantenido contacto con Celeste y con sus padres, el señor José Ángel Arroyo y la señora Concepción García. Nuestra amistad creció permitiéndome conocer a esta agradable familia oriunda de Puebla, México y apreciar de cerca la manera en que imprimieron en sus tres hijos; Ángel, Andrea y Celeste (la menor de los tres) su dinámica cultura, tradiciones y costumbres plenas de significado y valores basados en el respeto, el trabajo duro y la responsabilidad en torno a la familia.

Por razones de fuerza mayor, su padre tuvo que regresar a Puebla y Celeste tuvo que vivir sola en Goshen con su hermana Andrea los últimos meses de su grado doce bajo la supervisión a distancia de sus padres. Es así como al momento de su graduación de Goshen High School y en medio de las restricciones impuestas por la pandemia, Celeste estará acompañada físicamente por su hermana Andrea y por todos sus amigos y compañeros que hoy se gradúan con ella pero espiritualmente por su extensa familia poblana.

Me vi obligado a aprovechar la confianza que brinda la amistad y pedí a sus padres que me enviaran fotos de la trayectoria de la vida de Celeste. Ellos lo hicieron y aceptaron convertirse en reporteros y comentaristas de este artículo, lo cual es parte de la filosofía de El Puente, donde estamos convencidos de que toda persona de la comunidad es un periodista en potencia por las historias reales que ocurren a su alrededor, si se anima a contarlas.

El siguiente es un resumen fotográfico y comentarios acerca de las raíces familiares y culturales de Celeste Arroyo, enviado por sus padres.




“Me siento muy orgulloso al tener dos hermosas hijas y un hijo, con valores y respeto a sus semejantes. A pesar de algunas adversidades, Celeste es una estudiante comprometida consigo misma para realizar sus metas y como ser humano es una gran persona”. (papá)

Palabras de su mamá en la celebración, a distancia, de los 18 años de Celeste: “Pequeña, tu vida ha tenido una trayectoria increíble y admirable. A los 13 años hiciste a un lado la inmadurez para enfrentarte a cambios necesarios. Estamos orgullosos de ti, te has demostrado a ti misma que eres fuerte. Ha valido la pena el amor que has recibido en la familia que Dios te dio. Estamos felices y agradecidos por tus hermosos y valiosos 18 años…”




“Desde el primer día que ingresé como estudiante en octavo grado me sentía rara, al estar rodeada de tanta gente que no conocía y tenía una cultura distinta. Los maestros principalmente fueron quienes me hicieron sentir bienvenida en este ambiente pero me adapté más rápido de lo que pensé. Entrando a la High School fue otro lugar distinto; en octavo grado me ofrecieron más ayuda pero en noveno me soltaron un poco más para estar en clases regulares. Los maestros en general desde GMS hasta GHS me apoyaron muchísimo en cualquier aspecto. También algo muy importante que aprendí en la escuela fue el estar involucrada en actividades y clubs”.

“Voy a ingresar a Goshen College este otoño. Mi meta es graduarme como trabajadora social. Esta es para mí la carrera perfecta para lograr ayudar a las familias y contribuir a buscar su bienestar”.
