“Hecho en Indiana” es una empresa internacional

Por Nancy McLernon

Junto con el tráfico y el café, las noticias en la radio son fundamentales en mi viaje diario al trabajo. Conforme paso las estaciones, a veces escucho el lamento trillado de que “ya nada está hecho en América”.
En realidad, hay cerca de 13 millones de trabajadores de fábrica en Estados Unidos, incluyendo miles en Indiana. Algunas de estas personas están empleadas por firmas basadas en Estados Unidos. Muchos otros trabajan para compañías con base en el extranjero.
Estas corporaciones internacionales emplean a más de 190,000 Hoosiers. Esto incluye 111,600 empleados en trabajos de fábrica, o casi el 58 por ciento de todos los empleos en Indiana creados por compañías internacionales.
Según la información más reciente del Gobierno, el número de trabajos en Indiana creados por compañías internacionales aumentó 32 por ciento en los últimos cinco años. A comparación, el número total de empleos en el sector privado en indiana aumentó un 10 por ciento.
Indiana no es una anomalía. Las compañías internacionales crearon el 62 por ciento de los nuevos empleos de manufactura en los Estados Unidos en los últimos cinco años, según los datos gubernamentales más recientemente disponibles. Más de 790 empresas internacionales emplean a trabajadores de Indiana. Muchos de ellos son nombres de marca, incluyendo BP, IKEA y Honda.
Las firmas internacionales pagan mejor. Los estadounidenses que trabajan para compañías globales ganan un 26 por ciento más en compensación que el trabajador promedio en la misma zona geográfica, según un nuevo análisis del la Oficina Nacional para la Investigación Económica.
Las compañías extranjeras benefician a todos los trabajadores, no sólo a los que emplean directamente. Cuando una firma internacional crea una planta fabricante y crea 1,000 nuevos empleos en EE.UU., los trabajadores en esa zona geográfica trabajando en firmas domésticas experimentan un aumento salarial colectivo de $16 millones. Así que por cada trabajo local creado por una firma internacional, el acervo salarial para los empleados en el área aumenta unos $16,000 al año.
Las compañías globales también benefician a las pequeñas empresas de EE.UU. A lo largo de la última década y media, aumentaron la cantidad de negocios que hacen con proveedores estadounidenses cerca de un 30 por ciento, acrecentando de $1.5 a $2.4 trillones, después del ajuste por inflación.
En el sector fabricante, los negocios entre compañías internacionales y los proveedores domésticos aumentó cerca de un 70 por ciento durante ese mismo período. Eso es más de 14 veces más que el crecimiento total logrado por todas las empresas de EE.UU.
El bienestar económico de las comunidades locales depende de las compañías internacionales y sus relaciones con proveedores en los Estados Unidos. Por ejemplo, Honda opera fabricas en Ohio que emplean directamente a más de 13,000 personas. También depende de una red de más de 600 proveedores a lo largo del Midwest. De hecho, Honda gasta $10 billones en Ohio cada año para obtener bienes intermediarios de proveedores regionales.
Comprar local es importante por razones que van más allá de la economía: permite a las pequeñas empresas de EE.UU. demostrar el compromiso con la equidad social y la sustentabilidad ambiental.
Por ejemplo, el ramo estadounidenses de la compañía francesa Danone, es el principal productor de yogurt en Estados Unidos. Buscando establecer productos manufacturados de manera sustentable, Danone creó colaboraciones directa con siete granjas familiares de lácteos y dos cooperativas de lácteos de los Estados Unidos, las cuales ahora proveen toda la leche que utiliza Danone en sus productos.
Conforme celebramos a los fabricantes locales en todo el estado, reconozcamos cómo las compañías internacionales catalizan el crecimiento económico local, dándole un nuevo significado a lo “hecho en Indiana”.

Nancy McLernon es presidenta y directora general de la Organización para la Inversión Internacional.