Recorte del subsidio a los combustibles desata masiva protesta en Ecuador

Movimientos indígenas y sindicatos de Ecuador hicieron el miércoles pasado una huelga nacional contra las medidas de austeridad del presidente Lenín Moreno, que desencadenaron los peores disturbios en más de una década. Sin embargo, el Gobierno dijo que logró iniciar un acercamiento con los sectores en desacuerdo. 
En el séptimo día de protestas, miles de sindicalistas e indígenas llegaron de manera pacífica al centro histórico de la capital, Quito, gritando consignas hacia el Palacio de Gobierno, que estaba rodeado de militares y policías. 
Las manifestaciones estallaron hace dos semanas, cuando Moreno puso fin a los subsidios al diésel y la gasolina extra, que han estado vigentes por décadas, en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4,200 millones de dólares, con el que buscan reducir un abultado déficit fiscal. 
Después de la jornada de paro y protestas, la marcha indígena comenzaba a replegarse por la noche. Al mismo tiempo el Gobierno aseguraba que las primeras reuniones con los manifestantes empezaban a dar frutos bajo el acompañamiento de Naciones Unidas y la Iglesia Católica. 
“Estamos obteniendo los mejores resultados del diálogo con los hermanos indígenas”, sostuvo el mandatario vía Twitter 
No obstante, los líderes indígenas aseguraron que se mantenían en su pedido de derogar las medidas de austeridad y han dicho que el gobierno de Moreno se comportaba “al puro estilo de una dictadura militar” por declarar un estado de excepción y luego un toque de queda nocturno en algunas áreas.
“Aclaramos a nuestras bases y ciudadanía que NO hemos negociado ni llegado a ningún acuerdo con este gobierno represor y criminal”, expresó la organización indígena CONAIE, que abarca a distintas agrupaciones de pueblos originarios, en un mensaje en su cuenta de Twitter. 
LARGA JORNADA 
En la jornada de protesta, un grupo de manifestantes atacó un vehículo policial. 
La Ministra del Interior, María Paula Romo, admitió que bombas lacrimógenas cayeron cerca de dos universidades y un centro cultural, donde pasan la noche los indígenas. “Esto no puede suceder, me disculpo”, dijo. 
Unos 86 policías resultaron heridos y al menos 360 personas civiles recibieron atención médica. 
Las protestas comenzaron a afectar la producción petrolera. El Ministerio de Energía dijo que hasta el miércoles registraba una pérdida acumulada de 232,000 barriles de crudo, debido a la suspensión de la operación en nueve bloques petroleros por las protestas, lo que obligó a declarar fuerza mayor sobre las exportaciones de crudo.